La lectura de «The Lord of the World» («El amo del mundo») me fascinó por la forma en que el autor manejaba históricamente las ideas, por el dramatismo tanto de ciertas escenas presentadas como del argumento, y por una intuición casi sobrehumana de lo invisible. En la cosmovisión de Robert Hugh Benson lo espiritual y lo material se tocan, se abrazan, se necesitan.
Me llamo Sergio y esta página web pretende ser un pequeño escaparate a la obra de Robert Hugh Benson. Actualmente estoy trabajando en una tesis doctoral sobre este autor. Si Dios quiere la presentaré en la facultad de Filosofía de la Universidad de Barcelona.
¿Por qué elegí Robert Hugh Benson para una investigación filosófica? La primera obra que leí de este escritor fue The Lord of the World. Al terminar el libro me di cuenta de que tenía ante mí, por supuesto, una novela, pero también una forma poco habitual de desarrollar ideas de calibre ideológico, filosófico y teológico. Esta misma sensación se repitió cuando leí The Dawn of All. Benson fabrica ideas desconocidas a partir de otras conocidas. Esto, se me podrá objetar, tiene un nombre: razonamiento. Correcto, un razonamiento consiste en que a partir de unas premisas conocidas, se deduce lógicamente una conclusión no conocida. Pero Benson no utiliza tanto las leyes de la lógica como la materialidad y las difusas normas del arte. Es como si nos creara el phantasma (siguiendo una terminología tomista) y el lector tuviera que acabar de perfilar el concepto.
Siempre he pensado que el arte, y sobre todo la literatura, es un vehículo excepcional para la comunicación de ideas de todo tipo, y muy especialmente las filosóficas. Los mitos de Platón son un gran ejemplo de ello, y los mismos diálogos. El arte tiene una profundidad diferente (y aun diría mayor) al concepto. La sugerencia, la alegoría y la descripción se ponene en el lugar de términos y deducciones. En el arte la profundidad es inversamente proporcional a la claridad, mientras que en la filosofía es directamente proporcional. Al leer estas novelas, me dio la impresión de que Benson fabrica un compuesto arte-idea equilibrado y altamente elaborado.
A partir de ahí, fue creciendo el interés y ya he podido llegar a algunas conclusiones que espero espero plasmar rigurosamente en la futura tesis. Una de ellas versa sobre su visión política y otra sobre lo espiritual, para decirlo de una forma rápida. También distingo en él una tendencia a la unión de fuerzas naturales, a la amalgama entre vida, ciencia y espíritu. Hasta el punto de hablar en cierta manera del poder epistemológico de la fe y del poder espiritual de la ciencia. Este tema me parece apasionante, lo trato ligeramente en el trabajo de investigación y espero explayarme en la tesis.